El Equilibrio es un mito

Hace aproximadamente un año, una amiga mía iba a dar clases para mamás primerizas. Me pidió que fuera a hablarles sobre cómo encontrar el equilibrio en sus vidas. Me reí y le dije: «¡Entraré y contaré que no existe tal cosa!». Ella cortésmente me dijo que tal vez buscaría en otra parte a alguien que pudiera dar una charla sobre ese tema. Vaya, quizás una oportunidad perdida, pero no puedo mentir. ¡No quiero ser una decepción! Lo que quiero hacer es darte permiso para que abandones la expectativa de que «algún día», cuando se hayan cumplido todas las contingencias, estarás en un estado de equilibrio total. Si estás constantemente buscando ese estado esquivo, donde todo en tu vida está en perfecta armonía, bueno, esa puede ser una búsqueda infructuosa. Es mejor buscar dentro de una misma un estado de equilibrio interno, porque nuestras vidas rara vez permitirán que exista el equilibrio externo.

Equilibrio significa que todo recibe su justa medida. El tiempo que tienes para tu cónyuge o pareja, tus hijos, tu trabajo, tus amigos, tus pasatiempos, tu rutina de ejercicios, la ropa, la cocina y todo lo demás que te gustaría incluir en tu día tiene el mismo tiempo y energía . ¿Te suena como la vida real ? En un día cualquiera, algunas de estas cosas serán más importantes en tu lista de «tareas pendientes» y otras serán menos urgentes. ¡Y está bien no tener un equilibrio total! La parte de ti que permanece en equilibrio, pase lo que pase, es la parte superior en ti que puede discernir lo que necesitas. La idea de que una vez que todo esté en su lugar perfecto, la vida será muy sencilla, simplemente no es la forma en que funciona el mundo. Tenemos que darnos cuenta que el lugar perfecto es ahora mismo, o en aquel momento que elijamos que sea. El mundo no se adaptará a tus demandas, pero tu puedes cambiar tu percepción del mundo y, al hacerlo, crearás las circunstancias que te permitirán prosperar. ¿Tienes más trabajo? ¡Ve por ello! ¿Necesitas dormir más? ¡Absolutamente! ¿Quieres despertarte 10 minutos antes para meditar todos los días? ¡Sí, por favor!

La sabiduría de nuestra tradición judía señala las numerosas formas en las que nos conectamos con nuestra vida espiritual dentro de los confines de nuestra vida diaria para encontrar más calma en medio de nuestro caos. La vida ciertamente no bajará su velocidad por nosotras, pero en un momento dado podemos participar en las mitzvotpara recordarnos de lo que es importante. Las pausas que están estructuradas dentro la vida diaria judía también son formas de recordarnos lo que es importante. Decir una bendición antes de comer es una forma, como lo es observar el Shabat, en donde literalmente nos desconectamos de todo durante 24 horas para que podamos volver al centro. ¡Es el equivalente espiritual de un botón de reinicio! Incluso si una no es estrictamente observante, el gesto más pequeño de no usar tu teléfono o computadora por un día (¿o medio día?!) es una excelente manera de recordar lo que es realmente importante. Hay un sentido de gratitud que surge de nuestra capacidad de reconocer que nuestras vidas locas y ocupadas son parte de un todo más amplio.

Hay tanta presión por «tenerlo todo», pero ¿qué significa eso? No podemos creer que las imágenes que vemos en las redes sociales o en la televisión sean reales. Esas son vidas que han sido cuidadosamente maqueteadas y el resultado es algo inalcanzable y ciertamente insostenible. No quiere decir que no podamos inspirarnos con lo que vemos, pero es una buena idea dejar de lado el concepto de buscar tener armonía total en todo momento y en todos los aspectos de nuestras vidas. Quizás sería más útil aceptar la idea de hacer menos, y disfrutar más de ese tiempo que queda liberado para decidir qué cosas nos servirían más. Esto parece un buen complemento a esa olla de presión en la que se convierte nuestra vida con el constante esfuerzo por obtener logros. Deja de lado el mito del equilibrio y, en cambio, toma decisiones que te acerquen a la paz, la calma y sí, al equilibrio que está a tu disposición siempre y cuando estés lista para escuchar.

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