Mindfulness y alimentación

¿Alguna vez has estado comiendo palomitas de maíz en el cine y, con un poco de sorpresa, sientes el fondo de la bolsa? ¿Quizás más repentinamente de lo que hubieras anticipado? Te dices a ti misma: «Espera, ¿acabo de comerme toda esa bolsa de palomitas?» Sí, sí lo hiciste. El diálogo interno continúa: “¿Cómo es posible que me haya comido toda esa bolsa? Como puede ser si solo estaba viendo la película…”. Escucho historias como esta con tanta frecuencia de mis clientes, y ciertamente puedo relacionarme con ellas. Esto es lo que llamamos comer sin sentido. Comer mientras hacemos otra cosa, significa que no estamos haciendo ninguna de las dos con mucha atención y, por lo tanto, estamos perdiendo oportunidades para estar más conscientes de lo que hacemos.

Aunque el concepto de la atención plena (mindfulness) ha cobrado popularidad últimamente, es importante recordarnos que es unestado del sery no algo que hacemos. Es una forma de sermás que de hacer. Tomemos el ejemplo anterior, comiendo palomitas de maíz en el cine sin pensar. No es posible que prestemos toda la atención a la película y también a la comida. La mayor parte de nuestra conciencia se centra en lo que estamos experimentando en la pantalla, por lo que estamos masticando palomitas de maíz sin pensar y, antes de darnos cuenta, nos comemos toda la bolsa. ¿Cuántas palomitas de maíz recuerdas haber disfrutado? Toma el mismo ejemplo y da la vuelta al guión. Tomo consciencia de cada puñado, cada crujido, prestando total atención al sabor. Nos deleitamos con la experiencia de comer y la película en la pantalla parece ser solo un ruido de fondo. Nuestra concienciaempieza a cambiar y eso es lo que nos lleva al estado de atención plena.

Entonces, ¿por qué no empleamos esta técnica de total conciencia para comer cada vez que comemos? ¿Cuál es el costo de no estar en un estado de conciencia plena sobre la comida? ¿Te sientes frustrada contigo misma después de las comidas porque has comido demasiado? ¿o, no has comido lo suficiente? Los conceptos erróneos más comunes que escucho sobre la comida y la alimentación son: Hice ejercicio hoy, así que me «merezco» esa golosina, ya comí demasiado, así que también podría tener el postre extra o la ayuda extra, soy una mala/buena persona porque comí eso, y la lista continúa. El concepto del cuerpo como algo sagrado, como algo que debe ser reverenciado y cuidado con amor y afecto, tal como lo hacemos con la Torá, es una técnica poderosa para recordarnos que debemos tomar concienciade los mensajes que enviamos a nuestros cuerpos a medida que asumimos el cuidado de ellos. La práctica consiste en escuchar lo que tu cuerpo te dice, prestar atención a tu intuición y luego actuar en consecuencia. Si quieres un cono de helado en un día caluroso de verano, disfrútalo por completo, cómelo con atención y te sentirás más satisfecha que si te devoras un litro de helado de Ben & Jerry’s sin pensarlo mientras ves Netflix. Entiendo completamente que es más fácil decirlo que de hacerlo, pero como todo lo que es una práctica, cuanto más lo hacemos, más automático se vuelve.

De hecho, las leyes del kashrutson recordatorios de cómo nos mantenemos presentes en nuestras decisiones sobre cómo nutrirnos. Estas leyes dietéticas existen por una multitud de razones, y una de ellas es que al prestar mucha atención a lo que comemos, estamos integrando prácticas conscientes en la tarea mundana de comer. Sirve para aumentar nuestra sensibilidad para asegurarnos de que ‘qué’ y ‘cómo’ comemos, y que nuestra vida secular esté alineada con nuestra vida espiritual. Tenemos el beneficio adicional de recitar una bendición sobre cualquier artículo que comamos; con bendiciones especiales para pan, bocadillos, frutas y más. ¡Hay bendiciones para todo! El judaísmo nos prepara para el éxito al crear las bases para una relación espiritual con la comida y la alimentación.

El enfoque de comer a conciencia significa que utilizamos todas las herramientas que se nos dan inherentemente para apreciar y disfrutar nuestra comida y emplearlas con gratitud. Así es como comer se convierte en un estado consciente. ¡Suena tan fácil! Nuestras vidas están muy ocupadas, pero como me dijo recientemente una de mis clientes, estar ocupada es una elección. Es verdad.PUEDES tomar un respiro antes de comer ese primer bocado y dar gracias; llevar tu conciencia al momento y utilizar todos sus sentidos para asimilar la experiencia de comer. ESTA es la clave para una alimentación consciente.

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