Al igual que muchas de ustedes, he estado siguiendo las audiencias para el nombramiento del juez reemplazante de la Corte Suprema de los EE.UU. Curiosamente, incluso antes del fallecimiento de la Jueza Ginsberg, bendita sea su memoria, comencé a aprender virtualmente con dos grupos diferentes de mujeres (Florida y Toronto) acerca de las Siete Cualidades de un Juez de Rambam (Maimónides)!
En nuestra primera sesión, les pregunté qué pensaban que serían las siete. Se les ocurrieron muchas respuestas excelentes, y poco a poco juntas, lograron llegar a seis de las siete. Aquí está la lista; díganme ¿cuál de ellas creen que fue la que a ambos grupos les costó más trabajo conseguir?
La que ninguno de los dos grupos adivinó fue… la número 6, «Amado por los demás». Al igual que esas mujeres, por mi cuenta, probablemente no habría enumerado esa cualidad como importante, pero el Rambám sintió que era esencial.
Imagina que te mudas a una ciudad y escuchas que hay un rabino que la gente siente que es muy sabio, que teme a Dios, que es extremadamente humilde, que no puede ser sobornado, que busca la verdad, y que tiene una excelente reputación… sin embargo, a nadie le gusta. ¿Te gustaría que fuera tu rabino?
Por favor tengan presente que no he estado haciendo esta serie con estas mujeres porque supuse que iba a producirse una vacante en la Corte Suprema. Lo hice porque en nuestra vida diaria, todos somos jueces, tomamos decisiones y juicios que no sólo nos afectan a nosotros sino a los que más nos importan. Entender cada una de estas cualidades y trabajar en ellas en nuestras propias vidas sólo puede conducirnos al bien.
La que ninguno de los dos grupos adivinó fue… la número 6, «Amado por los demás». Al igual que esas mujeres, por mi cuenta, probablemente no habría enumerado esa cualidad como importante, pero el Rambám sintió que era esencial.
Imagina que te mudas a una ciudad y escuchas que hay un rabino que la gente siente que es muy sabio, que teme a Dios, que es extremadamente humilde, que no puede ser sobornado, que busca la verdad, y que tiene una excelente reputación… sin embargo, a nadie le gusta. ¿Te gustaría que fuera tu rabino?
Por favor tengan presente que no he estado haciendo esta serie con estas mujeres porque supuse que iba a producirse una vacante en la Corte Suprema. Lo hice porque en nuestra vida diaria, todos somos jueces, tomamos decisiones y juicios que no sólo nos afectan a nosotros sino a los que más nos importan. Entender cada una de estas cualidades y trabajar en ellas en nuestras propias vidas sólo puede conducirnos al bien.