¿Cuando una comunidad se convierte en una familia? Cuando está la necesidad.
Como la mayoría de ustedes saben, nuestra hija menor, Malkie, acaba de tener su primer bebé. Se ha casado hace poco menos de un año y vive en un pequeño apartamento de un dormitorio en el sótano de Queens sin lavadora ni secadora. Su embarazo no fue el más fácil. Y debido a lo del Corona, hemos estado al otro lado del mundo y no con ella.
Afortunadamente, sus suegros, que viven cerca y son increíbles, nos han apoyado mucho, y no podríamos estar más agradecidos. Pero todas sabemos que lo único que quieres, es a tu madre cuando das a luz, especialmente la primera vez. Y yo no puedo estar ahí.
¡Entra en acción la comunidad! Nuestra otra hija, que vive en Minneapolis, organizó una «cadena de comida», y las personas se inscribieron para hacer una comida casera o pedir que se les envíe una comida de un restaurante kosher a nuestros hijos. Las primeras dos semanas los cupos se llenaron inmediatamente, y les comenzó a llegar una cena nutritiva cada noche. Muchas fueron enviadas por las «Reinas de Queens», las Líderes Comunitarias Momentum en Nueva York, que siempre han sido mi «hogar lejos del hogar» cuando frecuentemente las visitaba.
Hoy Malkie me ha enviado un mensaje: «Me inscribiré en todas las cadenas de comida que vea en el futuro… Hasta ahora no sabía cuánto ayuda a la gente. Es un mundo de diferencia».
Muchos se me han acercado para decirme cómo sus hermanos y hermanas de Momentum se han unido para apoyarlos en estos tiempos: enfermedades, muertes, incertidumbre económica. Mi marido y yo estamos profundamente agradecidos y nos sentimos bendecidos de que haya sido una ocasión de alegría que nos ha mostrado una vez más lo valiosa que es la comunidad y cómo ahora trasciende la geografía, los kilómetros y los husos horarios.
Gracias – saldremos airosos de estos tiempos, siempre y cuando salgamos juntos.